NITRÓGENO AMONIACAL: QUÉ ES Y CÓMO CONTROLARLO

El nitrógeno amoniacal es uno de los parámetros más críticos en la gestión de aguas residuales, especialmente para empresas y entidades con sistemas de alcantarillado. Su control adecuado es esencial no solo para cumplir con los valores máximos admisibles (VMA) del Anexo 2 del D.S. 010-2019-VIVIENDA, sino también para evitar sanciones como multas y cierres de desagues por parte de la EPS local (SEDAPAL para el caso de Lima).

En este artículo, exploraremos las principales fuentes, los riesgos, y las soluciones sostenibles para manejar eficazmente el impacto del nitrógeno amoniacal en sus instalaciones.

Nitrógeno amoniacal en las aguas residuales y los valores maximos admisibles saniseg

 

¿Qué es el nitrógeno amoniacal y por qué es importante controlarlo?

El nitrógeno amoniacal se refiere a la cantidad de amonio (NH4+) y amoníaco (NH3) presente en las aguas residuales. Estos compuestos provienen de la descomposición de residuos orgánicos, como la orina y la materia fecal, y son indicadores clave de contaminación en sistemas de saneamiento. Su concentración debe mantenerse bajo los valores máximos admisibles (80 mg/L según el Anexo 2) para prevenir problemas ambientales, económicos y legales. El incumplimiento puede llevar al cierre de alcantarillados, afectando operaciones críticas de las empresas.

 

Principales fuentes de nitrógeno amoniacal en aguas residuales

1. Orina y materia fecal

La orina y las heces humanas son las fuentes primarias de nitrógeno amoniacal en las aguas residuales domésticas e industriales.

Orina:

Contiene urea, un compuesto orgánico que se descompone rápidamente en amoníacomediante procesos bacterianos naturales en los sistemas de alcantarillado. Aproximadamente, la urea representa hasta un 80% del nitrógeno excretado por los seres humanos. Este proceso, conocido como hidrolisis de urea, libera amoníaco (NH3) y amonio (NH4+), contribuyendo a las concentraciones de nitrógeno amoniacal en las aguas residuales.

Heces:

Aunque menos concentradas en nitrógeno en comparación con la orina, también contienen nitrógeno en forma de proteínas y otros compuestos orgánicos que se degradan con el tiempo, liberando amonio como subproducto.

Estos procesos ocurren tanto en sistemas de alcantarillado como en plantas de tratamiento, y son más rápidos en condiciones de alta temperatura y pH elevado.

2. Sectores con alta afluencia de personas

Los lugares con una gran cantidad de usuarios diarios, como colegios, universidades, centros comerciales, hospitales y oficinas, son puntos críticos para la generación de nitrógeno amoniacal debido al uso constante de urinarios e inodoros.

Falta de mantenimiento:

La ausencia de limpieza adecuada en las redes internas de alcantarillado provoca la acumulación de residuos orgánicos, favoreciendo la formación de nitrógeno amoniacal. Las obstrucciones o depósitos en las tuberías son comunes, lo que aumenta la concentración del contaminante.

Altos volúmenes de uso:

En estas instalaciones, la generación de residuos nitrogenados ocurre a mayor escala, y si no se implementan medidas de gestión, se agravan los problemas de contaminación por amonio.

Sistemas secos o ineficientes:

El uso de urinarios con bajo consumo de agua o sistemas de descarga insuficientes puede dejar residuos de orina concentrados, incrementando los niveles de nitrógeno amoniacalen las aguas residuales.

3. Industrias específicas

Algunas industrias son generadoras significativas de aguas residuales con altos niveles de nitrógeno amoniacal debido a la naturaleza de sus procesos productivos:

Industria pesquera y conservera:

Generan residuos orgánicos ricos en proteínas que, al descomponerse, liberan amoníaco y amonio. Los subproductos del procesamiento de pescado, como vísceras y restos, son grandes contribuyentes.

Agricultura y agroindustria:

El lavado de fertilizantes nitrogenados y la descomposición de desechos orgánicos en instalaciones agrícolas contribuyen con altas concentraciones de nitrógeno.

Industria de fertilizantes:

Durante la fabricación o manipulación de fertilizantes a base de amonio, se generan descargas con altas cantidades de nitrógeno amoniacal.

Mataderos y procesadoras de carne:

Estas instalaciones liberan aguas residuales cargadas de nitrógeno orgánico proveniente de restos animales y sangre, que se transforma rápidamente en amonio.

Estas industrias, si no cuentan con tratamientos adecuados, pueden exceder los valores máximos admisibles (VMA) establecidos, causando problemas para los sistemas de alcantarillado municipales y riesgos ambientales.

 

Factores que incrementa la concentración de nitrógeno amoniacal

1. Falta de mantenimiento en alcantarillados internos

La falta de mantenimiento regular en los sistemas internos de alcantarillado es uno de los principales factores que contribuyen a la acumulación de nitrógeno amoniacal en las aguas residuales.

Acumulación de residuos:

Cuando las tuberías no se limpian de manera periódica, los residuos orgánicos, grasas y aceites se acumulan, formando depósitos que actúan como focos de descomposición. Esto acelera la transformación del nitrógeno orgánico en amonio.

Trampas de grasa y cámaras de bombeo grandes:

En sistemas con trampas de grasa y cámaras de bombeo de gran tamaño, el agua puede estancarse y favorecer las condiciones anaeróbicas, donde la descomposición del nitrógeno orgánico ocurre rápidamente.

Obstrucciones parciales:

Residuos acumulados pueden restringir el flujo de agua, aumentando el tiempo de retención de los contaminantes en el sistema y promoviendo la generación de nitrógeno amoniacal.

2. Urinarios secos

Los urinarios diseñados para reducir el consumo de agua, conocidos como urinarios secos, representan otro factor importante.

Alta concentración de orina:

Al utilizar poco o ningún agua para su funcionamiento, la orina que se deposita en los urinarios secos queda más concentrada. Esto incrementa los niveles de nitrógeno amoniacalcuando la orina se mezcla con las aguas residuales.

Falta de limpieza frecuente:

Si estos sistemas no se limpian de manera adecuada y frecuente, los depósitos de urea y otros compuestos nitrogenados se acumulan, intensificando el problema.

Impacto en redes de alcantarillado:

La concentración elevada de nitrógeno amoniacal proveniente de urinarios secos puede saturar el sistema de desagüe interno y aumentar las probabilidades de exceder los valores máximos admisibles (VMA).

 3. Hidrólisis en redes de desagüe

El proceso de hidrólisis, una transformación química en la que el nitrógeno orgánico se convierte en amonio, es acelerado por ciertos factores en las redes de alcantarillado.

 Condiciones en las redes:

En sistemas de desagüe con baja circulación de agua o estancamiento, la descomposición de materia orgánica ocurre más rápidamente debido a la mayor interacción entre los compuestos orgánicos y las bacterias presentes.

Ausencia de oxígeno:

En condiciones anaeróbicas (baja o nula presencia de oxígeno), la conversión de nitrógeno orgánico a amonio se incrementa. Esto es común en redes con poco mantenimientoo con un diseño que favorece la retención de aguas residuales.

pH y temperatura:

Factores como un pH elevado y temperaturas más altas también potencian el proceso de hidrólisis, incrementando la liberación de amonio en el sistema.

Estos factores, si no se gestionan adecuadamente, generan un aumento significativo de nitrógeno amoniacal en las aguas residuales, lo que puede derivar en:

– Exceder los valores permitidos según el Anexo 2 del D.S. 010-2019-VIVIENDA y el cierre del sistema de alcantarillado por parte de las autoridades.

– Dificultades en las plantas municipales de tratamiento de aguas residuales, incrementando los costos operativos y riesgos ambientales.

 

El papel del pH en la proporción de nitrógeno amoniacal

El pH juega un rol crucial en la química del nitrógeno amoniacal en las aguas residuales. Este factor regula el equilibrio entre las dos formas principales de nitrógeno amoniacal: el amonio (NH4+) y el amoníaco (NH3), con implicaciones significativas para la toxicidad, el tratamiento y el impacto ambiental.

1. Equilibrio entre amonio y amoníaco según el pH

pH bajo:

Cuando el pH de las aguas residuales es ácido (por debajo de 7), predomina la forma ionizada, el amonio (NH4+). Esta forma es menos tóxica para los ecosistemas acuáticos, pero más difícil de eliminar a través de procesos de tratamiento convencionales.

pH alto:

En condiciones alcalinas (pH mayor a 7), aumenta la proporción de amoníaco (NH3)no ionizado. Esta forma es altamente tóxica para la vida acuática, ya que puede difundir libremente a través de las membranas celulares de los organismos, causando efectos adversos severos.

2. Impacto del pH en la «edad» de las aguas residuales

El equilibrio entre amonio y amoníaco también se relaciona con la edad de las aguas residuales. A medida que las aguas envejecen y se estancan, los cambios en el pH y las condiciones anaeróbicas favorecen la conversión de nitrógeno orgánico en nitrógeno amoniacal, incrementando su toxicidad.

3. Implicaciones para los tratamientos biológicos

El pH afecta directamente la eficacia de procesos como la nitrificación (conversión de amonio a nitritos y nitratos) y la desnitrificación (reducción de nitratos a nitrógeno gaseoso).

– Un pH neutro o ligeramente alcalinoes ideal para la nitrificación, ya que las bacterias nitrificantes son sensibles a condiciones extremas de acidez o alcalinidad.

– Cambios abruptos en el pH pueden reducir la eficiencia de estos procesos y provocar la acumulación de compuestos tóxicos.

Impactos de no controlar el nitrógeno amoniacal

El control del nitrógeno amoniacal es esencial no solo para cumplir con regulaciones ambientales, sino también para evitar problemas operativos y riesgos ambientales.

1.  Multas y sanciones

El incumplimiento de los Valores Máximos Admisibles (VMA) establecidos en el Anexo 2 puede resultar en sanciones económicas significativas para empresas e instituciones. En casos graves, las autoridades pueden imponer el cierre del sistema de alcantarillado, interrumpiendo operaciones y generando costos adicionales.

2. Riesgos ambientales

El nitrógeno amoniacal contribuye a la contaminación por amonio, lo que reduce el oxígeno disuelto en cuerpos de agua receptores. Esto puede provocar hipoxia o condiciones de bajo oxígeno, dañando gravemente los ecosistemas acuáticos.

Además, el amoníaco puede ser tóxico incluso en bajas concentraciones, afectando la salud de peces y otros organismos acuáticos.

3. Problemas operativos

Las altas concentraciones de nitrógeno amoniacal en las aguas residuales pueden causar obstrucciones en las redes de alcantarillado, incrementando el riesgo de desbordamientos y malos olores.

En las plantas de tratamiento municipales, estas concentraciones pueden sobrecargar los sistemas biológicos y químicos, disminuyendo su eficacia y aumentando los costos de operación.

 

Soluciones preventivas para evitar la acumulación de nitrógeno amoniacal

Adoptar un enfoque preventivo es fundamental para controlar el nitrógeno amoniacal y evitar exceder los parámetros ambientales establecidos por el Anexo 2 del D.S. 010-2019-VIVIENDA.

1. Limpieza regular de redes internas

La limpieza periódica de las redes internas de desagüe y trampas de grasa es una medida preventiva clave.

Frecuencia:

Dependiendo del tipo de instalación, se recomienda realizar esta limpieza de forma trimestral o semestral.

Beneficios:

Reduce la acumulación de residuos orgánicos que pueden transformarse en nitrógeno amoniacal, y previene obstrucciones en las tuberías.

2. Monitoreo constante

La implementación de sistemas de monitoreo en puntos clave del sistema de alcantarillado permite un diagnóstico temprano de las concentraciones de nitrógeno amoniacal.

Equipos de medición:

Se pueden utilizar sensores de calidad del agua para registrar parámetros como pH, oxígeno disuelto y concentración de amonio en tiempo real.

Interpretación de datos:

Los resultados del monitoreo ayudan a identificar problemas antes de que se conviertan en sanciones o daños ambientales.

3. Uso de tecnologías avanzadas

Para tratar aguas residuales de forma efectiva, es esencial adoptar tecnologías que reduzcan las concentraciones de nitrógeno amoniacal.

 Procesos biológicos:

La nitrificacióndesnitrificación son métodos eficaces y sostenibles para transformar el amonio en nitrógeno gaseoso, eliminándolo del sistema.

Sistemas avanzados:

El uso de reactores de biofilmo tecnologías de aireación avanzada puede mejorar la eficiencia de las plantas de tratamiento.

Diagnóstico adecuado para instalaciones de alta afluencia

En instalaciones con un elevado número de usuarios, como oficinas, centros comerciales, hospitales y terminales de transporte, el manejo del nitrógeno amoniacal requiere un enfoque sistemático para prevenir acumulaciones y garantizar el cumplimiento de los Valores Máximos Admisibles (VMA).

1. Análisis regulares de nitrógeno amoniacal

Frecuencia del análisis:

Se recomienda realizar pruebas mensuales o trimestrales, dependiendo de la magnitud del flujo de personas y del volumen de aguas residuales generadas.

Métodos utilizados:

Utilizar kits de prueba de amonio o análisis espectrofotométricos en laboratorios especializados puede proporcionar mediciones precisas de las concentraciones de nitrógeno amoniacalen puntos clave.

Beneficios:

Permite detectar incrementos en los niveles de amonio antes de que se conviertan en un problema mayor, evitando sanciones o daños al sistema.

2. Identificación de puntos críticos

En sistemas de alcantarillado internos, ciertos puntos son más propensos a la acumulación de residuos orgánicos y compuestos nitrogenados:

Cámaras de bombeo:

Estas áreas pueden acumular residuos que, al descomponerse, liberan nitrógeno amoniacal. Un monitoreo constante evita sobrecargas y malos olores.

Trampas de grasa:

Estas estructuras no solo retienen aceites y grasas, sino también partículas orgánicas que pueden contribuir al aumento de amonio si no se limpian regularmente.

Unidades de tratamiento primario:

En sistemas con sedimentadores o separadores sólidos-líquidos, es esencial revisar su funcionamiento para evitar recirculación de contaminantes.

3. Diseño de un plan de acción optimizado

Un plan adecuado incluye:

Mediciones continuas:

Instalar sensores de calidad del agua en puntos estratégicos para realizar un monitoreo en tiempo real.

Capacitación del personal:

Instruir a los encargados de mantenimiento sobre la identificación temprana de problemas relacionados con nitrógeno amoniacal.

Protocolo de respuesta rápida:

Definir procedimientos para intervenir ante desviaciones de los parámetros establecidos en el Anexo 2.

Tratamientos más efectivos para reducir el nitrógeno amoniacal

La reducción del nitrógeno amoniacal en las aguas residuales exige tecnologías avanzadas y estrategias adaptadas a las características de cada sistema.

1. Nitrificación y desnitrificación

Estos procesos biológicos son ideales para eliminar amonio de forma sostenible:

Nitrificación:

Las bacterias nitrificantes convierten el amonio en nitritos (NO2-) y luego en nitratos (NO3-), reduciendo su toxicidad.

Desnitrificación:

Este proceso convierte los nitratos en nitrógeno gaseoso (N2), que se libera a la atmósfera, cerrando el ciclo de eliminación del nitrógeno.

Condiciones óptimas:

Mantener niveles adecuados de oxígeno disuelto y un pH controlado es clave para maximizar la eficiencia de estos procesos.

2. Tratamiento físico-químico

En sistemas con altas concentraciones de nitrógeno amoniacal, las soluciones químicas ofrecen resultados inmediatos:

Ajuste de pH:

Elevar el pH facilita la conversión de amonio a amoníaco, que puede eliminarse mediante aireación o absorción.

Coagulantes y floculantes:

Ayudan a precipitar el nitrógeno amoniacal junto con sólidos suspendidos, facilitando su separación en etapas de sedimentación.

Ventajas:

Este enfoque complementa tratamientos biológicos y es útil en situaciones de emergencia.

3. Filtros biológicos avanzados

Tecnología de biofiltros:

Utilizan materiales como roca volcánica o biopelículas para retener bacterias nitrificantes y desnitrificantes.

Aplicaciones específicas:

Son ideales para sistemas descentralizados o zonas con limitaciones de espacio.

Impacto sostenible:

Reducen contaminantes de forma natural, minimizando la necesidad de productos químicos.

La importancia de un programa de gestión de alcantarillado interno

Un programa integral de gestión del sistema de alcantarillado garantiza no solo la sostenibilidad ambiental, sino también la operatividad continua y el cumplimiento de las normativas.

1. Limpieza periódica de tuberías

 Frecuencia recomendada:

Al menos dos veces al año, con mayor frecuencia en instalaciones con alta afluencia.

Áreas clave:

Tuberías, trampas de grasa y cámaras de inspección deben ser limpiadas para evitar la acumulación de residuos orgánicos que puedan descomponerse en nitrógeno amoniacal.

2. Diagnósticos regulares de contaminantes

El monitoreo constante de los parámetros de calidad del agua asegura que las instalaciones se mantengan dentro de los VMA establecidos:

Parámetros a evaluar:

Concentración de nitrógeno amoniacal, pH, demanda química de oxígeno (DQO) y demanda biológica de oxígeno (DBO).

Herramientas digitales:

Utilizar sistemas de monitoreo remoto para obtener datos en tiempo real y tomar decisiones basadas en evidencia.

3. Responsables designados para el mantenimiento preventivo

Asignar personal capacitado para supervisar las operaciones del sistema de alcantarillado es esencial para garantizar su correcto funcionamiento.

Este equipo debe estar familiarizado con protocolos de limpieza, diagnóstico y respuesta ante emergencias relacionadas con contaminantes.

 

El control del nitrógeno amoniacal en aguas residuales es crucial para garantizar la sostenibilidad ambiental, evitar sanciones legales y mantener la operatividad de los sistemas de alcantarillado. Este compuesto, originado principalmente por la descomposición de residuos orgánicos, puede generar impactos negativos en el medio ambiente y en las operaciones industriales si supera los valores máximos admisibles.

Las principales fuentes incluyen sistemas sanitarios, industrias específicas y condiciones inadecuadas de mantenimiento. Factores como el pH, la falta de limpieza y el diseño de redes internas agravan su acumulación. Para abordarlo, se recomiendan estrategias preventivas, como la limpieza regular, monitoreo constante y la adopción de tecnologías avanzadas como la nitrificación y desnitrificación.

Un enfoque integral y preventivo, acompañado de capacitación y diagnósticos regulares, asegura un manejo efectivo del nitrógeno amoniacal, protegiendo tanto el ambiente como las operaciones empresariales.

 


En SANISEG INDUSTRIAL SAC llevamos más de 20 años ayudando a empresas a cumplir con el levantamiento de observaciones de Valores Máximos Admisibles y a evitar el pago por exceso de concentraciones en las descargas de aguas residuales para el cumplimiento con todos los parámetros de manera eficiente y sostenible.

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